El día 16, al anochecer, salimos de Bariloche por la ruta 40 hasta corral de Piedra, en el embalse del Aguila donde nace la ruta 237 que va a Neuquen. Primera parada en Piedra del Aguila, en San Patricio del Chañar entramos en la ruta 22 que atraviesa Neuquen y nos conduce hasta General Roca, segunda parada de nuestro viaje. Al pasar por Chichinales amaneció en un rojo intenso que fue poco a poco quitando el velo de la noche y mostrando la inmensidad de la pampa, a medida que nos acercábamos al rio colorado al que llegamos a las 8 de la mañana.
Bahia Blanca, primer punto en el atlántico, Coronel Dorrego, Tres arroyos, hasta llegar a Quequen y a partir de aquí siguiendo la costa hasta Mar del Plata, llegando a nuestro destino sobre las 6 de la tarde. Nada más y nada menos que 23 horas desde Bariloche a San Clemente del Tuyú.
San Clemente es una localidad turística de unos 11.000 habitantes, con una inmensa playa de dunas de varios kilómetros orientada al este, por lo que los amaneceres son impresionantes. Después de 2 días, en los que por fin comí los churrros de los que tanto me habían hablado, conocí a Susana madre y a la Uge, que sería mi compañera de viaje 6 meses despúes por Francia y España, me despedí de mis amigos en la estación de autobuses y me dirigí a Buenos Aires.
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